Turismo de Ronda presenta una polémica campaña para las provincias andaluzas

Ronda es una tierra repleta de emociones y vacíos abismales. Ronda es un paisaje que se come, se bebe y con el cuál se dialoga a golpe de azadón y tiro de rienda. Ronda es territorio de paso, de mezcla, de transición y también de anclaje. Ronda es símbolo de unión y de coraje, de discordia y de profundos amores. Un imán para los viajeros y el canvas perfecto donde impregnar visones, sensaciones y pasiones. Es en si mismo, una retina con la que se aprende a apreciar. Y sin mentar nombres, muchos han contribuido a preñar estas calizas, margas y areniscas de arte, magia y dialéctica. Ángel Martínez, en tiempos duros como estos, hay que destilar las ganas, depurar los deseos, madurar lo precoz, domar los impetus y sobretodo: demostrar carácter, innovación y capacidad de respuesta que ayude a sumar, a avanzar y a curar. Crecer cuidando, es otra forma de definirlo. Alimentando las sinergias y fortaleciendo la resiliencia, si me apura. Sr. Martínez, si es verdad que un día le dimos nuestra voz para que hablara en nuestro nombre; ahora, tras demostrar su talento, no me duele decirle que ‘usted no me representa’. Y le quiero decir que su trabajo y modelo turístico no se alinea con muchos de nuestros esfuerzos históricos. Su trabajo no representa la trayectoria de los rondeños y rondeñas. Much@s, a nuestra manera, con nuestras capacidades, recursos y sudores propios estamos luchando por la vida, por acercarnos (por lo menos) a lo que éramos hace un año. Por eso, no me duele decirle que exponga los recursos y horas públicas invertidas en esta campaña de moda y que sea el salón de plenos con sus ecos de historia, él que decida su futuro y le acompañe a, eufemísticamente hablando, depurar responsabilidades, por usar tiempo y recursos públicos en este alarde penoso de gloria bastardeada del refranero y dichos andaluces. El desenlace mediático de su campaña, NO me duele porque sé que “sus y mis amigos en el ethernet” sabrán entender y leer entre líneas sus despropósitos. Siento mucho que en la vorágine de la socialmedia, mis amigos/as de Huelva, Granada, Córdoba, Jaén, Málaga, Sevilla, Almería y Cádiz puedan creer que me identifico con su pecho henchido y sus pobres rimas. Y no se equivoque, esta crítica es constructiva. Sé que usted tendrá mejor futuro que su campaña de moda. Y créame, yo he estado en su lugar muchas veces y he sabido crecer. Espero que la próxima vez que le dé al botón de publicar, consulte con la ciudadanía. Construya/an esos aclamados espacios de participación y déjese/déjense de sorpresas y/o sustos. Y por último, un consejo profesional. - La accesibilidad no es una entelequía. Usted se puede beneficiar enormemente de esta disciplina para facilitarnos el acceso a sus ideas y formatos elegidos sin poner en riesgo el diseño ni el perseguido “kick”. Note por favor, que su equipo de gobierno también puede beneficiarse de la ciencia, tecnología y evolución de las técnicas sobre las que ha crecido este término. Aprecien por ustedes mismos el despropósito, poca adaptación y creatividad en la ejecución del proyecto de accesibilidad del Palacio Mondragón. Menudo atropello a la historia. Ayúdennos a ayudarles. Buena suerte. Su suerte es la nuestra.